Qué ganas le teníamos a la conclusión de esta historia, Asher es de esos personajes a los que odias con todas tus fuerzas al principio, pero que cuando acabas el libro lo amas casi tanto como la protagonista. En esta ocasión es un libro bastante repetitivo en cuanto a los miedos de ambos, pero es que están tan rotos que es normal que les cueste recomponerse: «nuestras almas estaban destinadas a reencontrarse, a romperse y a amarse. Dos almas rotas cuyas grietas les permitían encajar a la perfección». Tal cual. Asher creía que alejar a Ella sería la solución a todos sus problemas, pero cuando existe la posibilidad de que ella sea de otro le saltan todas las alarmas, tiene claro que Ella es suya y jamás será de otro —sí, muy posesivo, lo sabemos, pero es #darkromance, amigas...—, y si además le juntamos el que ella esté en peligro por algo que él ha hecho pues ¿qué pasa? Que va a por todas teniendo claro que la va a recuperar cueste lo que cueste, y sobre todo abriendo su ❤️ con cada paso que da. Asher siempre cumple sus promesas… Ella lo ama y odia a partes iguales, no quiere caer fácilmente en sus redes, ella tiene sus propios monstruos que superar, aunque lo mejor de todo es que Ash estará con ella en cada paso, veremos el lado más humano de Scott y cómo desde un primer momento lo único que hacía era proteger a Ella, por muy difícil que fuera verlo 😅. Una historia de superación. ¿Recomendamos? Si te gustan este tipo de libros esta trilogía te va a enganchar, sí que el segundo libro es de otros protas y es menos dark, pero merecerá la pena conocer la historia de todos sus personajes. Es más, nos ha llamado la atención el epílogo ya que es unos 8 años después y luego tienes bonus que van hacia atrás, algo bastante original que no habíamos visto hasta ahora, pero en el que sabrás un poco sobre el resto y te quedarás con ganas de saber más de algunos, que esperamos poder leer pronto. A nosotras nos encanta ver como los más fieros pasan a ser lindos corderitos cuando encuentran a la persona indicada.