Antonio Salas, infiltrado como comprador, se juega la vida en esta investigación para desvelar los pormenores de las redes de prostitución internacionales.
«Siento vértigo, asco, impotencia, rabia, frustración. Por un momento, se me vala cabeza y le deseo a Loveth todas las enfermedades venéreas existentes para
que al menos pueda contagiar a los hijos de puta capaces de acostarse con una...