Una divertida aventura del marqués de Sotoancho
Mamá ya murió, gracias a Dios, y dejó al marqués de Sotoancho mucho dinero y un poco de tranquilidad. Sin embargo, no durará la paz en La Jaralera. La sombra de su madre lo perseguirá en forma de diario, cuyas páginas rezuman tanta maldad que no se pueden leer de un tirón.
16 de mayo de 1938
La «cosa» ha cumplido tres meses. Era más mono de...