Una persona altamente sensible es aquella que posee un sistema neurosensorial más desarrollado y perceptivo que el de la mayoría. Esta capacidad para captar los detalles del entorno suele provocar saturación sensorial, bloqueo y ansiedad, un exceso de estímulos que nos abruma y agota, y que incluso puede llegar a enfermarnos.
Pero aunque la sensibilidad extrema se asocia al perfeccionismo,...