El recuerdo de esas noches y el amor de Clara, la hija de un brujo de barrio, librarán en la conciencai de Emilio Gauna una obstinada lucha con el destino.
Durante los carnavales de 1927, después de caminar tres días y sus noches por Buenos Aires, dormir poco y beber mucho, Emilio Gauna entrevé en el abra de un bosquecito, en Palermo, la culminación de su vida Para los carnavales de 1930...