Una novela que reinventa el mito de los vampiros en el Buenos Aires de los años cincuenta.
Los anticuarios viven escondidos, rodeados siempre por objetos del pasado, en viejas librerías o en casas de antigüedades. No soportan los cambios ni el presente, son coleccionistas. Tienen la capacidad de evocar en los demás el rostro o los gestos de personas que han muerto. Han aprendido a controlar la...