Los crímenes del carrusel

Gracias a la definición de sus personajes, a los misterios inexplicables, a la intertextualidad y a la forma de plantear un retrato realista de la sociedad norteamericana, esta estupenda novela negra de Juan Solo tiene un estilo que recuerda a autores como Joël Dicker y John Connolly.

El protagonista de Los crímenes del carrusel es un escritor que vive en las montañas de California, y la trama gira alrededor del hallazgo de cadáveres adolescentes en Massachusetts, al otro lado del país. Existe una preocupante conexión entre su primera novela y ese horrendo crimen. Amantes del misterio y el suspense, la sospecha está servida.

La atmósfera inquietante de esta historia contiene ciertas dosis de ironía que a veces nos acercan también al cozy crime, aunque el verdadero motor es la resolución de la trama criminal y la relación entre la realidad y la ficción descrita por un protagonista amenazado por demonios internos.

Juan Solo compagina su faceta de escritor con el stand up, y está considerado como uno de los cómicos más reputados del canal Paramount Comedy, donde llegó a presentar y dirigir su propio late night show: Solo ante el peligro.

En la obra abundan referencias a la cultura norteamericana, su estilo de vida, lugares y elementos simbólicos: Chicago y Boston, el Golden Gate de San Francisco, las secuoyas californianas, el sueño americano, series televisivas de los setenta como Las calles de San Francisco, escritores como Dickens y Melville y cantantes como Bing Crosby.

El friso de personajes lo componen un escritor atormentado, una periodista decidida a descubrir la verdad sobre el asesinato de dos niños, un agente literario enfermo y paternal, los histriónicos responsables de un canal de televisión local, un guarda forestal, un avispado sheriff de una curiosa localidad de Massachusetts.