¿Has pensado alguna vez en huir? Levantarte, meter cuatro cosas en una maleta y cerrar la puerta de tu casa con un nudo en el estómago sin pararte a pensar en lo que dejas atrás. Mara, sí.
Cambiar de aires, desconectar y reconectar con la mujer que un día fue, cumpliendo con aquella promesa que Jimena y ella se hicieron tantos años atrás.
Entonces, ¿cuál era el problema? Ninguno, pensaba...