Si después de No culpes al karma te quedaste con ganas de más, este es tu libro
«Era jueves, mediados de abril. Se me acababa de terminar la leche de soja y me había bajado la regla aunque, según la aplicación del móvil y mis cálculos, tenía que venir una semana después, pero allí la tenía, en todo su esplendor. El final perfecto para otra semana perfecta. Me estaba mirando en...