Lizzie James es feliz.
Tiene un trabajo fijo, con una provisión fija de chucherías, sigue teniendo los mismos amigos que en la escuela y visita a su familia todos los jueves para ver programas malos en la tele y cenar. A Lizzie le gusta su vida sencilla.
Pero todo cambiará el día que Lizzie recibe una carta de Roman, su primer amor. La carta está fechada el día que él...