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Adiós, pequeño

Premio de Novela Fernando Lara 2022

(3)

Sinopsis de Adiós, pequeño

«Mi madre habría sido más feliz si yo no hubiera nacido.» Así arranca el desgarrador testimonio de un escritor enfrentado a la más dura de sus narraciones, la de su propia vida. Asaltado por los recuerdos mientras cuida a su madre enferma, el pasado se le presenta con vacíos que no logra llenar.

A través de silencios y de un gran talento para la observación, el autor desnuda su...

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Ficha Técnica

Temática
Publicación 15 junio 2022
Colección Autores Españoles e Iberoamericanos
Presentación Tapa dura con sobrecubierta
Formato 15 x 23 cm
Editorial Editorial Planeta
ISBN 978-84-08-25856-8
Páginas 384
Código 0010297920
Tinta texto interior Blanco y negro

Por qué leer

Motivos para leer Adiós, pequeño

Esta novela intimista, bella, valiente y dolorosa dará de qué hablar. Huerta se zambulle en la autoficción y reconstruye su pasado en primera persona mientras cuida a su madre enferma, que pierde poco a poco la memoria.

Ambientada en el presente en Buñol y en sus recuerdos de infancia en Utiel, la historia se pasea por la idiosincrasia y las viejas costumbres de una España de pueblo, a través de sus padres, tíos y abuelos.

El relato es ameno, ligero y, a la vez, atesora profundas reflexiones y un manejo increíble de las emociones.

Otro elemento de conexión con los lectores contemporáneos, además de entusiasmar a los amantes de la literatura del Yo, es la presencia de una mascota inseparable a lo largo de los capítulos, una perrita vieja y leal que acompaña al protagonista.

Sobre el autor de Adiós, pequeño

Máximo Huerta

Máximo Huerta (Utiel, Valencia, 1971) es escritor y periodista. Ha publicado las novelas Con el amor bastaba, El susurro de la caracola, Una tienda en París, La noche soñada (con la que ganó el Premio Primavera de Novela 2014), No me dejes (Ne me quitte pas), La parte escondida del iceberg, Firmamento, Adiós, pequeño (galardonada con el Premio de Novela Fernando Lara 2022) y París despertaba tarde (2024). Es autor de los relatos El escritor, Elsa y el mar y Partir de cero; de los libros ilustrados Mi lugar en el mundo eres tú, Paris sera toujours Paris y Viva la Dolce Vita, así como de la colección de columnas periodísticas recogidas en Intimidad improvisada y del cuento infantil La banda de Olivia. En 2023 cumplió uno de sus sueños de la infancia al inaugurar La Librería de Doña Leo, que en poco tiempo se ha convertido en un maravilloso centro de convergencia literaria y cultural en Buñol, Valencia. Su última obra es Mi pequeña librería (Lunwerg, 2024).

www.maximhuerta.com
Instagram: @maximohuerta
Twitter: @maximohuerta
Facebook: Máximo Huerta

Retrato de  Máximo Huerta

Opiniones

Comentarios y valoraciones sobre Adiós, pequeño

Alquibla-09/04/2025

Sobran las palabras

Imagen Alquibla
Qué difícil es expresar en esta ocasión el sentimiento de un libro que me ha hecho sentir tanto y que no es otro que el galardonado con el Premio Fernando Lara de Novela 2022 titulado Adiós, pequeño del autor Máximo Huerta. Pocas serían las palabras para describir lo que el autor nos transmite a lo largo de sus 384 páginas. Os realizo una advertencia (y es que puede herir alguna sensibilidad por la profundidad de sus letras) y es que la novela está escrita desde el corazón y desde lo más profundo de su alma, llegando a ser desgarrador y por ello mi aplauso por el reconocimiento con el dignado premio literario. El propio autor en las primeras hojas nos realiza una reflexión y es la de “escribir lo que recuerdas y no lo que sientas” y nos adentra en la lectura con una frase muy profunda “mi madre habría sido más feliz si yo no hubiera nacido” y así es como empieza la lectura. El libro se divide en dos partes. La primera dedicada a la madre titulada “Donde esté tu madre” y otra segunda “El peso del padre” y la lectura se puede realizar de manera muy ágil por los capítulos tan cortos con los que se divide. Importancia a la familia y a destaparse desde lo más profundo de sus entrañas para contarnos una infancia que no fue feliz y que debe dejar atrás. Podría decirse que es una novela biográfica, pero de una parte de su vida. De lo que le marcó en su infancia y que tiene que trabajar como adulto que es hoy y de cómo soportó la herida interior que no se ve. Se nota que es un libro homenaje y despedida a su niño herido y del que debe despedirse con todo lo que ello conlleva en su ciudad natal Buñol. Las reflexiones son una constante a lo largo de la narrativa y además de conjugarlo con la etapa de su niñez lo va acompasando con las situaciones, sociedad y quehaceres del día a día. Siempre acompañado de su fiel compañera Doña Leo, una perrita con la que se le llena la boca para hablar del amor incondicional. Sabemos que fue un niño con problemas visuales y que tuvo que pasar por situaciones que hubieran marcado a cualquiera de su edad. Se habla del tiempo y sus caprichos y de la familia desestructurada que tuvo. La casa donde ellos vivían sufrió una reforma y tuvieron que vaciarla y tú lector acompañas al autor a vaciarla. Ello conlleva a vez la cantidad de recuerdos que vienen a la memoria. “La vida es hoy. También en este silencio” Cada letra y cada página están repletas de emoción, de compunción y de un pasado que debe ser enterrado. Se nos habla de las palabras que le gustan y las que no recuerda y se realiza una reflexión al envejecimiento que afirma ser “solo de valientes” y a la muerte. El protagonista del que no conocemos su nombre nació en la noche del 25 al 26 de enero y es el propio autor quien nos cuenta cómo fue su nacimiento. Así como quienes eran sus vecinos y dónde vivían las abuelas y su entorno. Sabemos en el momento exacto en el que ocurrieron ciertos sucesos que le marcaron y de los sentimientos que tenia en ese momento porque es capaz de transmitirlo de manera magistral al lector. Los recuerdos de las compras, de la labor de las mujeres, la apertura de las cestas navideñas y un largo etc. Es curioso cómo el autor se preocupa de dejar la impronta con escritores de renombre para de una forma nada forzada introducirlos en la novela. Se habla de Delibes, García Lorca, Hemingway, Juan Ramón Jiménez, Dickens, Ana Mª Matute y Antonio Machado. Así como de películas que quizá han marcado en su vida como Lo que el viento se llevó, Grease, Tiburón o Furia de Titanes. También se habla de música con el Vals del emperador de Strauss y de la lectura con Luz de febrero de Elizabeth Strout, Seis personajes en busca de autor entre otros. Las emociones juegan un papel muy importante en la novela. Se nos habla de sus fracasos y de la autoestima, así como de la humillación que le hizo sentir su propia familia. De cómo tuvo que atravesar por situaciones complicadas y en las que se sintió solo. “El tiempo pasa y no sabemos cuánto queda” Pero el momento ahora que nos ocupa es el de la madre, a quien han detectado un tumor en el ojo y debe realizarse pruebas hospitalarias. Ella nació en 1937 y es la propia madre quien cuenta al hijo el tiempo que pasó. De los deseos que pedían al nuevo año y haciendo un inciso se realiza una crítica a la sanidad por la poca delicadeza que tienen los médicos al comunicar malas noticias. También resulta llamativo los silencios que hay en la novela. De cómo su madre vivió con miedo en casa y fuera de ella. Y la etapa en la que vivió. Así como una reflexión sobre el miedo en el que se dice que se hereda. También se habla de un padre que estuvo ausente. “La espera de un abrazo es infinitamente más bonita que el gesto” Llega un momento en la novela que el propio autor quiere huir del lugar en el que se encuentra y nos cuenta cómo se siente en Buñol. Vamos leyendo y leyendo y los recuerdos no dejan de aparecer. Me ha llamado la atención dos de los capítulos que uno comienza con la palabra Me gusta… y otro con Quiero…y le suceden unas cuantas frases que comienzan con la misma frase. Así como capítulos que son una sola línea (p. ejemplo capítulo 38) con una profundidad inmensa. “No se puede volver allí donde quisieras corregir el pasado” Se habla del entorno de sus padres, de sus compañeros de colegio y de sus primeros cuentos que le leía la hermana Teresa en Zaragoza. Se habla de cómo escribe para dejar de tener miedo a la muerte. Él se refugia en contarnos a la gente que recordaba con nostalgia y a la naturaleza que la disfrutó durante su campamento como niño y que pudo disfrutar como tal. De la crudeza de las letras, en el momento de volver a casa y de sentir una tristeza continua. Él siempre fue un niño muy sensible y eso se transmite en el libro. Y de cómo no vivió la niñez que le correspondía vivir como niño. Al plasmar el escrito de Adiós, pequeño se unen los recuerdos al escribir.  En el capítulo 64 realiza un inciso el autor y habla con el lector para decirnos que no podrá retomar el texto hasta pasados unos días…(¡cuánto dolor!) “Ayer es hoy y hoy no responde a aquel ayer” Se habla mucho de la tristeza de la madre que lo lleva él a cargo también. No solo marcado por la vida que ha llevado sino también y ahora por la enfermedad que le ocupa a sus 83 años y por un padre dominante que “no le dejó” hacer la vida que ella quiso. Se habla de Tánger y de las situaciones que como infante te marcan como adulto. “La vida está marcada por todo aquello que un día aparece para decirnos qué somos” En mitad de algún capitulo entre la lectura, el autor nos regala unas frases de Víctor Hugo, Marcel Proust, entre otros. Y el autor se detiene más tiempo a observar todo lo que le rodea. Y si la primera parte iba dedicada a la madre esta segunda parte va dedicada al Padre. En el que el autor califica como que la mano le cruje al escribir. El escritor se descompone al escribir sobre su padre y la descompensación que hay. Se nos habla de una fecha que le marcó el 6 de junio y es el autor quien nos cuenta que es la propia madre quien nos cuenta la historia y él la transcribe. Aunque hay muchos aspectos que no quiere contar. “No, el tiempo no lo cura todo, se equivocan” El autor quiere encontrar una salida a su terrible infancia y al “excavar en ella no hace más que cavar túneles en busca de una salida”. Representa a su infancia como robada y a la vez que nos habla desde el miedo también nos habla desde el amor y nos realiza un alegato afirmando “ames a quien ames”. No es fácil y es de valientes indagar en lo más profundo de uno y sobre este asunto también se hace referencia. Y me llama la atención porque yo soy una buscadora de ir hasta lo más profundo para crecer como persona, por ello quizá me ha llegado tanto esta novela y de tratar un tema tan delicado como es la infancia porque te marca a tu edad adulta. “Las palabras que nos gustan debemos decirlas antes de que dejen de tener sentido” Se nos relata cómo la madre va cayendo en decadencia, tanto así con el dolor y la pérdida. Es incapaz de hablarle a su hijo sobre su juventud y sobre su vida y rompe las fotos que se va encontrando. Es una mujer que vive disgustada y con una pena tremenda a pesar de que tiene ganas de vivir. Se reflexiona sobre que nada es igual que antes y de lo complicado que es volver al pasado para ambos. Si hay algo de lo que se trata en la novela y que ya os he comentado anteriormente es el miedo. Se habla del accidente de su padre y de la tristeza de la madre en el momento en que fue consciente de que había vivido algo que no quería vivir. Y de nuevo silencio. De la falsa felicidad y de su historia dedicada a los lectores. Y al igual que se habla del miedo se habla del perdón, de la necesidad y de la “obligación” de perdonar todo. No fue el mejor padre, pero lo hizo como sabía hacerlo. De manera indirecta se habla de los malos tratos y de dónde irán las cosas que lo reflexiona en la madre. “No hay belleza en los finales jamás porque no lo son” Su padre también enferma y llega un momento en el que padre e hijo pueden tener una charla como “buen padre” y “buen hijo”. También se habla de sus siete vidas por un “renacer” de la vida y de la vejez.   y un gran simbolismo de la mano de la naturaleza con la buganvilla. En la misma narración se agradece a Óscar Tusquets que hizo que el autor escribiera esta novela y va acompañada de una frase de Truman Capote. Y del otro título que iba a tener la novela. En resumen, una infancia arrastrada por su tristeza y de momentos que pudieron ser y no fueron. En definitiva, un libro necesario de escribir…(que ha debido ser dificilísimo) y en el que relata una  infancia larga y en el que viene a despedirse de ella. Culmina el libro con una frase de Ana María Matute de su obra Paraíso inhabitado “Nací cuando mis padres no se querían” Gracias. Gracias. Gracias a Máximo Huerta. Y a la Editorial Planeta por editarla. La recomendaré a todo el mundo.

Lector-28/01/2023

Imagen Lector
Muy emotivo, sincero y natural lo que he leído del libro. Su estilo sencillo y espontáneo para evocar la vida sin artificios, me resulta sumamente atractivo.

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