Nada

Nada es una de las obras más reconocidas dentro de la literatura española del siglo XX. Ganadora de la primera edición del Premio Nadal en 1944 consagró a su autora, Carmen Laforet, como escritora; aunque, según cuentan, el resto de sus libros publicados no llegan al nivel de su novela más exitosa. Tras la Guerra Civil española, Andrea se ha quedado huérfana. Después de vivir un tiempo con su prima en el pueblo ha conseguido librarse de ella e irse a casa de su abuela en la calle de Aribau, en Barcelona. Nada más llegar se encontrará con sus tíos Juan y Román, su tía Angustias, la mujer de Juan, Gloria, y la cocinera, Antonia, que no se separa del perro de la casa, Trueno. Andrea llega al piso cargada de sueños, con ganas de empezar su carrera de Letras en la universidad y de descubrir la capital catalana por sí misma. Estas aspiraciones se ven truncadas cuando su tía Angustias la ata en corto y no le quita ojo. Tampoco ayudan las peleas entre Juan y Gloria, que terminan con un marido enloquecido golpeando a su mujer; o enfrentamientos entre Román y Juan, y la abuela (su madre) tratando de mediar entre ellos. Todo deseo de libertad acaba sucumbiendo en la nada más absoluta, que solo verá la luz gracias a las diversas amistades, algunas más duraderas que otras, que Andrea se irá encontrando por el camino. La novela nos mete de lleno en la Barcelona de la postguerra, donde el hambre y la devastación aún se pueden sentir en las calles y en algunas casas, si no pertenecías a una familia de clase alta y del bando vencedor. Una Barcelona que trata de seguir adelante con una normalidad infundada y que todos tratan de acompañar rascando pesetas de aquí y allá. Esto es un poco lo que vive Andrea, nuestra protagonista, en busca de una Barcelona mágica y llena de vida que se desmorona a sus pies y donde el hambre y el frío (o calor) no ayudan a mantener esa chispa de esperanza en aquella España en ruinas. Su título, tan simple, Nada, es esa representación de los sueños perdidos. Por más que lo intente, nuestra protagonista siempre se verá envuelta en un bucle que arremeterá contra ella y sus sentimientos más profundos, aunque no sea la causante de tales males y le venga indirectamente por causas familiares, románticas o de amistad. La narrativa de Carmen Laforet es música para nuestros ojos. Contada la historia por la propia protagonista, se nos hiela la sangre con sus descripciones tan profundas, tan… poéticas. El drama familiar; las peleas de sus tíos y la inacción ante la violencia de género; la soberbia; el romanticismo de unos y la vergüenza de otros; el arte hecho pintura y música; la amistad eterna; la resignación… También hay momentos felices (pocos) con las diversas amistades que Andrea va haciendo durante toda la trama. Un respiro ante la creciente locura que anidará en su interior. En definitiva, Nada es una obra cumbre de nuestra literatura cuya lectura es necesaria y de la cual nos podemos ver representados.