Las tiras cómicas más clásicas y graciosas

Si tu mente deambula a menudo entre escenarios ficticios, frases ocurrentes y personajes en busca de aventuras, no te pierdas este post. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre las tiras cómicas o tiras de prensa, desde qué son a cómo puedes crear la tuya propia. ¿Ya tienes lápiz y libreta a mano? ¡Empezamos! 💥
¿Qué son las tiras cómicas?
Una definición generalmente aceptada de qué es una tira cómica sería esta: se trata de una estructura narrativa formada por una secuencia de escenas dibujadas en las que pueden integrarse elementos escritos. De hecho, hay quien señala su origen en épocas tan remotas como la Edad Media, cuando las ilustraciones de los libros y la propia escritura empezaban a ayudarse mutuamente y se empezaba a perder la separación rígida entre unos y otros.
Sea como sea, esta estructura narrativa mixta hace mucho que vive entre nosotros y forma parte ya de hábitos tan sagrados como levantarse un domingo y leer la tira del periódico. Existen personajes nacidos de tiras cómicas que ya forman parte de la cultura popular, como Snoopy o Garfield, personajes cuyas aventuras no eran heroicas, sino más bien comunes, y que han hecho que sintamos que forman parte de nuestra vida o que nos representan en más de una forma.
Ejemplos de tiras clásicas
Algunos ejemplos de esos personajes de los que no nos cansamos nunca son los protagonistas de nuestras tiras clásicas, recomendaciones lectoras que no te puedes perder si te apetece pasar un buen rato. Al fin y al cabo, ¿a quién no le va a gustar una viñeta cómica protagonizada por un gato dormilón y fan de la lasaña?
Snoopy y Carlitos
Charles M. Schulz es el creador de la tira cómica del perro Snoopy, originalmente Peanuts, y su dueño Carlitos. Sus aventuras suelen ser domésticas —menos cuando Snoopy se calza su casco de aviador y nos lleva a bordo de su caseta— y, sin embargo, nos han hecho vivir un montón de emociones. Esta tira clásica es tan épica que Snoopy se ha convertido en la mascota de la NASA, nada menos, y sus andanzas se han publicado en 2.600 periódicos y en 40 idiomas. Si aún no conoces a Snoopy y Carlitos, que éste sea vuestro verano.
Garfield
Este gato naranja, su compañero de piso Oddie y su dueño Jon son también unos de los más célebres habitantes de las tiras cómicas. Su creador fue Jim Davis y actualmente es, junto a Snoopy, la tira cómica con mayor importancia e influencia del siglo XX. ¿Nada mal para un gato eternamente cansado que solo tiene energía para facturar al perro Odie por paquetería, no? Las tiras cómicas de Garfield están cargadas de ingenio y su éxito es tal que dieron el salto del papel para entretenernos también en formato película y dibujos animados. ¿Marchando una ración de lasaña y risas?
Cómo se hace una tira cómica
Si te apasiona este mundo, ¡ponte manos a la obra! No hace falta que tengas muchísima experiencia ni unas ideas brutales para hacer tu primera tira cómica: aquí te vamos a contar paso a paso qué tienes que hacer para crear tus primeras viñetas cómicas sin complicarte demasiado.
Y recuerda: la práctica es la que hace al maestro. Así que una vez tengas tu primera tira cómica, que le sigan una segunda y una tercera y una cuarta, así ganarás la soltura dibujando y creando historias y verás como solo mejoras. ¿Empezamos?
Paso 1. Desarrolla la idea del cómic
Es la hora de poner en marcha los jugos creativos. Puede que ya tengas una idea clara de lo que quieres contar pero seguir estos pasos previos te va a ayudar a plasmarlos sobre el papel de la forma más adecuada. O si aún no tienes muy claro cómo o qué quieres contar, plantarte estos puntos te va a ayudar a aterrizar sobre el papel todo lo que necesitas para empezar a crear tu cómic.
- Empieza por los básicos. Toda historia, ya sea escrita o dibujada, necesita desarollarse en un lugar concreto, tener unos personajes, un conflicto que guíe la acción de los personajes y un tono característico. Depende de ti que quieras ir a por tiras cómicas graciosas, viñetas más reflexivas o crear un cómic oscuro. Lo más importante es que elijas lo que elijas mantengas el tono durante toda la publicación —desde los diálogos hasta la parte visual— para mantener la coherencia. También es importante que elijas un tema (ecología, amor, lo que más te llame) ya que determinará el enfoque que das a la tira y la audiencia con la que podrás conectar a través de ella.
- Escribe sobre lo que conoces. Es un truco conocido entre escritores y es porque funciona: escribe sobre algo que te sea familiar, algo de lo que conozcas todos los detalles y en lo que te puedas considerar una persona experta. No hace falta que sea sobre física cuántica, claro, puede ser algo que has tenido a tu alrededor mientras crecías y que ha condicionado tu vida. Tú tienes la experiencia, los matices, los granitos de arena que conforman esa realidad y que harán que cualquier persona que haya vivido una situación similar pueda sentirse reflejada en tu historia. Además te hará más fácil poder expresar tu propia voz y no replicar el estilo de otros artistas de cómic, desarrollando tu propio estilo y expresividad.
- Elige un estilo. Tu estilo visual será el primer elemento que llame la atención de los lectores. Por eso debes elegir un estilo de dibujo que cuadre con el tono de tu historia. Lo mejor es que experimentes con varios estilos de dibujo (anime, superhéroe americano, figuras de palo, tira cómica de periódico…) y te decantes por el estilo que encaje con lo que quieres contar y con el que te sientas cómodo. Al fin y al cabo vas a tener que dibujar muchas y muchas viñetas en este estilo, así que elige algo que de entrada no te represente una montaña casi imposible de escalar. Más tarde lo vas a agradecer, por mucho que te encante un estilo de dibujo muy intrincado. Además estamos aprendiendo, ¿no? Pues ya tendrás ocasión de crear historias más complejas estilísticamente en un futuro pero de momento ponte las cosas fáciles. 😉
- Elige un formato. Igual de importante es que escojas el formato que vas a dar a tu tira cómica. No existen convenciones establecidas al respecto pero por regla general los cómics suelen ser uno de estos tipos: fotograma único, tira o página completa (cómic). Lo mejor, de nuevo, es que experimentes hasta que des con el formato que encaja mejor con tu historia, tus personajes y tu escenario. Algunas pinceladas sobre cada formato: el fotograma único suele ser para comedia, con un chiste visual y un diálogo de una o dos líneas como mucho. Por contra si quieres hacer narrativas más complejas puede ser complicado hacerlas encajar en el formato de fotograma único. Si hablamos de una tira cómica estamos hablando de una sucesión de fotogramas, generalmente una o dos líneas con entre 2 y 4 fotogramas cada una, aunque no hay una medida establecida. Es uno de los formatos más populares, propio del webcómic y los cómics diarios, el formato que ves en la tira cómica del periódico del domingo por ejemplo. Sus ventajas: permite desarrollar más la narrativa pero sigue siendo suficientemente corto para producirlo con regularidad. La página de cómic completa por otra parte implica un compromiso mayor, quedando reservada para cómics o novelas gráficas, donde la historia es mucho más compleja y necesita más espacio para poder desarrollarse. Permite más libertad para manipular los marcos, dar más profundidad a los personajes o crear historias más complejas.
Paso 2. Crea el primer borrador
Como se suele decir, a nadar se aprende nadando y para aprender a crear tus tiras cómicas vas a tener que ponerte manos a la obra. Con lo que ¡vamos a por ese borrador!
- Escribe un guión. Cuántos detalles y qué extensión puedas darle a tu guión vendrá dado por el formato de cómic que elijas. Si apuestas por el fotograma, como mucho podrás hacer dos líneas de guión; si eliges el formato cómic, habrá mucho más texto que desarrollar. Es tu oportunidad de probar las cosas, ver cómo quedan sobre papel, qué funciona, qué no, cómo puedes ajustar los elementos para que todo fluya mejor. Puede que te dé algo de pereza y pienses que mejor vas directamente a por el producto final pero… vas a agradecer haber hecho un borrador cuando estés puliendo los detalles de esa viñeta tan compleja de dibujar y de repente te des cuenta de que las líneas de diálogo que has puesto hace dos viñetas no tienen sentido como están. Vas a querer poder tachar libremente sin tener que llorar por los dibujos que te toca repetir. Por eso el borrador va a ser tu mejor amigo. Y asegúrate de que el diálogo no eclipsa la viñeta, ya que por muy chulo que sea lo que se te ha ocurrido para los personajes el cómic sigue siendo un medio visual, tenlo siempre en mente.
- Dibuja las viñetas. Olvídate por ahora de tamaños o detalles, ya habrá momento para ser precisos. Céntrate en crear una miniatura de tu guión gráfico a la vez que escribes los diálogos, de forma que puedas ver cómo fluye todo. Cosas en las que debes fijarte: cómo ubicas tus personajes en la viñeta, dónde se desarrolla la acción o cómo encajan juntos diálogo y dibujo. Cuando tengas estas miniaturas base puedes jugar a cambiar el orden y ver así cómo tiene más sentido todo o cómo se añaden matices si alteras tu estructura inicial.
- Asegúrate de que el diseño de tu tira tiene sentido. Lo más importante es que la vista de los lectores fluya de forma natural a través de la historia. Si el orden o el tamaño que has dado a tus viñetas no encaja con el sentido de lectura de la historia, es hora de hacer los ajustes necesarios. Dos máximas: la vista escanea la página de izquierda a derecha (salvo en el manga) y de arriba abajo, haz que tu historia encaje con eso y ayudarás a tus lectores.
- Experimenta con el texto. La parte textual de tu cómic puede tener muchos más usos que el diálogo. Por ejemplo: burbujas de pensamiento para reflejar lo que piensan los personajes, cuadros de narración para que una voz en off prepare o describa una escena o aspecto de la historia, onomatopeyas para representar efectos sonoros, exclamaciones fuera de bocadillo para añadir más impacto. Juega con todos estes elementos para que tus tiras cómicas sean mucho más expresivas y atrapen a los lectores.
- Hora de sacar las tijeras. En el cine existe la regla de que toda escena que se incluya en la película debe aportar algo. Y ocurre lo mismo en el cómic. Por mucho que le tengas cariño a esa viñeta que te ha llevado rato dibujar, no es excusa suficiente para mantenerla en tu tira si no aporta algo y hace avanzar la acción. Así que prepárate para sacar las tijeras si es necesario.
- Juega con la estructura. Hay muchos ejemplos de cómics de éxito que no siguen las estructuras convencionales. Así que no te sientas especialmente encorsetado por lo que debería ser y lánzate a experimentar con tu estructura. Eso sí, hazlo teniendo en cuenta que la elección de una estructura debe ir al servicio de contar tu historia de la mejor forma posible y piensa siempre en el destinatario final, el lector.
Paso 3. ¡Hora de dibujar tu tira de cómic!
Ahora que ya has trabajado los aspectos textuales y visuales de tu historia, es hora de ponerlo todo junto y crear el cómic.
- Crea las viñetas. Ayúdate de una regla para que tus viñetas queden bien rectas. Si tienes pensado añadir también viñetas en ángulos extraños o que no encajan con la cuadrícula general, hazlas en hojas aparte y luego podrás juntar todas tus viñetas. Ten en cuenta la hora de la lectura cuando asignes a tus viñetas uno u otro tamaño: tienen que ser fácilmente legibles de una sola vez, sin que el lector tenga que pasar páginas o mover el cursor en caso de que vayas a por un medio digital. La única excepción a esto son los cómics o novelas gráficas, historias que ocupan más de una página y que inevitablemente implicarán que el lector pase la página.
- Empieza a añadir contenido. Primero haz tus líneas en lápiz, para poder borrar y ajustar según necesites, hasta que tengas el contorno final que irá en tinta. Y no te olvides de dejar el espacio suficiente para tus globos de diálogo, burbujas y demás elementos textuales.
- Hora de entintar. Es la hora de la verdad, es el momento de pasar a tinta tus líneas de lápiz. En esta fase aplica eso de despacito y con buena letra: es mejor dedicar un poco más de tiempo y asegurarte de que tus líneas quedan pulidas. También será el momento de escribir tus diálogos si los vas a escribir a mano, revisando siempre dos veces antes de escribir nada. Además ten en cuenta que entre el borrador y la versión final muchos detalles cambian, así que querrás asegurarte de que el diálogo que escribes en tu tira es el que tiene más sentido con las viñetas y acciones que tienes dibujadas en tu versión final. No te apresures y dedícale a esta fase el cariño que merece.
- Escanea. Cuando hayas terminado de entintar, ya tienes tu versión final y puedes escanearla para tener la tira a buen recaudo. Sobre esta versión podrás probar varias técnicas de coloreado sin preocuparte demasiado por equivocarte o podrás añadir tus diálogos si no los habías añadido manualmente en la fase anterior. Cuando lo tengas escaneado también puedes usar programas de edición de imagen para combinar las viñetas de tamaños distintos y, muy importante, para limpiar tus líneas y tener la versión más perfecta posible.
- Crea tu propia fuente. Es una forma de destacarte de otros cómics del mercado y de reflejar un punto de vista más personal en tus viñetas cómicas. Hay muchos programas de creación de fuentes online con los que puedes hacer tu propia escritura y convertirla en una nueva fuente que puedas usar en tu cómic. Como con todo lo relativo a tu historia, que la fuente se adapte al tono del cómic y complemente lo que ya tienes. Por supuesto también puedes usar cualquiera de las fuentes preexistentes en el mercado, si sigue esta tónica. La coherencia es la clave. Y ya podrás anotar tus diálogos y tener la versión completa: texto + dibujos.
- Hora para el color. Este paso es opcional, ya que hay muchos cómics de éxito que han sido impresos en blanco y negro, así que es una elección totalmente personal. Pero si optas por llenar tus viñetas de color, ahora es el momento. Tienes dos opciones: hacerlo manualmente, pintando las hojas de papel que has escaneado y luego impreso. Hay margen para el error sin que sea algo crítico, ya que siempre puedes volver a imprimir y empezar otra vez a pintar esa viñeta que no te ha gustado como quedaba. La otra opción es hacerlo de forma digital, con programas como Photoshop o Illustrator. Es quizás la opción más elegida en los últimos tiempos porque hace que el proceso sea mucho menos tedioso y ofrece la opción de deshacer cualquier paso que no te convenza, aunque también tiene una curva de aprendizaje. Todo depende de cómo te sientas más cómodo, y que hay artistas de cómic y manga de éxito que usan tanto medios artesanales como digitales. Algunos trucos: no te centres solo en lo bien que quedan los colores dentro una viñeta, amplía el foco y mira cómo funcionan en conjunto, ya que es lo que va a ver el lector. También es importante que elijas una paleta de colores que vaya con el tono de tu historia, por ejemplo si explicas una trama oscura y opresiva quizás no es lo mejor coger los colores más brillantes de la paleta. ¡Diviértete y dale el tono final a tu cómic!
Esperamos que todos estos pasos te acerquen al apasionante mundo del cómic y te permitan experimentar un montón con tu creatividad. Y a ti, ¿qué cómic es el que te enganchó a esta forma de arte? Nos encantará leer tus historias en comentarios. ✍🏻
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