Terry Hayes: «Quería escribir thrillers de espías que trascendieran su publicación»

Imagen articulo: Terry Hayes: «Quería escribir thrillers de espías que trascendieran su publicación»

8 junio 2024

Actualizado 19 junio 2024

Autor: Planeta

Prepárate para embarcarte en un viaje literario sin igual de la mano de Terry Hayes. Con su último libro, El año de la langosta, el autor británico nos invita a sumergirnos en un universo donde la emoción y el suspenso se entrelazan en una danza cautivadora.

Tras diez años desde la publicación de su aclamado libro "Soy Pilgrim", Hayes vuelve a cautivarnos con una nueva y emocionante novela que promete mantener a los lectores en vilo hasta la última página.

En esta entrevista exclusiva, Hayes nos comparte los secretos detrás de su proceso creativo, desde sus inspiraciones más profundas hasta las meticulosas investigaciones que dan vida a sus historias.  ¡Sigue leyendo para descubrir más sobre este fascinante escritor!

Un thriller implacable de Terry Hayes, autor del éxito internacional Soy Pilgrim. Más de 5 millones de ejemplares. «La espera ha valido la pena… Una extraordinaria novela de aventuras.» The Times

Si, como Kane, eres un espía de la CIA en una zona de restringido, los límites no significan nada para ti. Tu misión es entrar, hacer lo que sea necesario y salir de nuevo, cueste lo que cueste. Sabes cuándo correr, cuándo esconderte y cuándo disparar. Pero algunos lugares no siguen ninguna regla. Algunos lugares son demasiado peligrosos, incluso para un hombre con la experiencia de Kane. Las tierras baldías donde se unen las fronteras de Pakistán, Irán y Afganistán son uno de esos territorios en los que la violencia es la única forma de sobrevivir. Kane viaja allí para encontrar a un hombre con información vital para la seguridad de Occidente, pero se encuentra con un adversario que pretende llevar al mundo al borde de la extinción. Un hombre aterrador, inteligente y cruel con sangre en las manos y venganza en el corazón…

Un thriller geopolítico impecable, adictivo y altamente cinematográfico que transporta al lector de Washington a Irán pasando por Rusia o Nueva York en un increíble viaje alrededor del mundo. El año de la langosta se erige como la novela de un gran observador de la realidad política que domina perfectamente la acción más trepidante. Un thriller imponente que ha fascinado ya a cientos de miles de lectores en todo el mundo

¿Qué encontrará el lector en El año de la langosta?

Espero que encuentre una emocionante historia de aventuras. Es una novela de espías, pero creo que va más allá de eso; creo que, en realidad, es una historia de aventuras sobre el viaje de un hombre hacia el corazón de la oscuridad. Y, por supuesto, como suele suceder en libros como este, los riesgos que debe correr son enormes. Si falla, el mundo se hundirá. Así que, sobre todo, espero que la gente sienta el impulso de seguir pasando las páginas. Esa es mi ambición.

Me apasiona contar historias en los libros y también en las películas. Así que se me ocurrió una idea acerca de un hombre de familia que tiene que enfrentarse a terribles obstáculos, que está en peligro todo el tiempo y que termina no solo luchando por el mundo, sino también por su familia. Y luego llegaron las preguntas: ¿quién es él?, ¿qué cosas emocionantes le podrían suceder?, ¿qué tipo de torturas puede aguantar y aun así sobrevivir?, ¿cómo sería estar perdido Irán?, ¿cómo sería reunirte con tus seres queridos cuando todos piensan que estás muerto? Te planteas todos estos interrogantes y, después de muchas noches dándole vueltas, llegas a una especie de estructura narrativa. Cuando tienes eso, creo que estás listo para escribir. 

¿Ha sido El año de la langosta tu proyecto más ambicioso?

Sí, por supuesto. Hubo muchas veces mientras lo escribía en las que me decía: «¿En qué estaría pensando?». Es una locura tratar de contar una historia tan épica. A veces te desanimas cuando no puedes resolver un problema, pero luego te vas a dormir y, tarde o temprano, te despiertas y piensas: «Ya sé cómo hacerlo». Esa es una sensación maravillosa... y no hay muchos novelistas que trabajen en ese campo actualmente. Además, la industria editorial, por regla general, prefiere libros más cortos, así que fue un desafío en muchos sentidos. Pero estas son las historias que me gusta leer y las historias que me gusta contar.

¿Cómo sabes tanto sobre espías, terrorismo y el mundo islámico?

Fui reportero de investigación durante muchos años. También corresponsal político y columnista. Y aprendí muchas habilidades: cómo investigar, cómo encontrar información… Y, por supuesto, está internet. Ninguno de mis libros existiría sin internet. De lo contrario, estaría viviendo en la sala de lectura de la Biblioteca Británica, rodeado de pilas de libros, investigando cantidad de hechos corrientes pero que desconozco. Sin embargo, con un clic en Google, me pongo en marcha. Sé cómo seguir esas pistas digitalmente para encontrar cosas muy interesantes.

Además hablo con mucha gente. He conocido a personas de las Fuerzas Especiales estadounidenses que han trabajado en el mundo de la inteligencia y te cuentan cosas; no hablan sobre sus misiones porque no están autorizados a hacerlo. Pero, por ejemplo, en El año de la langosta cuento que la Starbucks de la sede de la CIA en Langley es la más concurrida del mundo. Y creo que eso es verdad, me lo mencionó alguien con quien estuve hablando y pensé que era algo genial: todos están atiborrados de café. Toda la CIA está pasada de café todo el tiempo. No es de extrañar que sea un lugar tan loco.

¿Cómo ha influido tu trabajo como periodista, corresponsal y guionista en esta novela?

El periodismo te enseña a trabajar con plazos... Además, te enseña a ser escéptico; yo lo soy con todo lo que leo en internet, con mi propia investigación y conmigo mismo. Me digo: «¿Lo sé con seguridad, o simplemente estoy asumiendo que es correcto?».

Las películas te enseñan cómo contar historias de una manera intensa. La mayoría de películas y series de televisión en las que trabajé fueron en Australia. Como también fui productor en la mayoría de ellas, me sentaba en la sala de edición día tras día y convivía con mis errores, me preguntaba quién había escrito tan mal ese guion y, obviamente, había sido yo, así que decidía editarlos. Ahí aprendes mucho de tus fracasos, y no solo estás tú en la habitación, te acompañan el editor, los asistentes de edición, los directores, a veces los actores… Estar sentado ahí podría ser vergonzoso, pero tienes un propósito mayor: «No será vergonzoso si lo hacemos bien».

¿Por qué decidiste ambientar esta novela en Oriente Medio?

No es solo Oriente Medio. Comienza en esa área donde Afganistán se encuentra con Pakistán e Irán; ese triángulo es un lugar mortal: no hay Convenios de Ginebra de la guerra allí, especialmente si eres un espía que cruza a Irán. Así que es muy primitivo, sin ley, es un lugar muy árido y en el que es difícil de sobrevivir. Irán es un lugar brutal; hay una ejecución pública en El año de la langosta y lo cuento tal y como sucede. No perdonan las vidas de las personas.

Esto, desde el punto de vista del novelista, es bastante extremo, pero muy atractivo. Quieres un drama imponente. Quieres que los riesgos sean altos. No podría haber ambientado la historia en Australia porque no habría ejecuciones, habría apelaciones interminables a través del sistema judicial, con razón, y las cosas serían más ordenadas, menos brutales. Así que esta zona se ajustaba a mis propósitos.

¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Sigues alguna rutina específica?

Me levanto temprano, desayuno lo mismo todas las mañanas y me siento a trabajar desde las 8:00 hasta las 13:00. Si me fatigo, descanso, ceno algo y luego vuelvo a trabajar. Trabajo los siete días de la semana, investigo mucho y algunos días escribo tres páginas, otros solo un párrafo. Lo único que importa es si funciona. ¿Te hace querer leer el siguiente párrafo en la siguiente página?

Soy consciente de que la escritura es un desafío constante. Como referencia, veo la carrera de escritores como Dean Koontz, que ha escrito 109 libros, y la de J.R.R. Tolkien, que se destacó con solo dos. Así que tienes una decisión que tomar: ¿quieres ser Dean Koontz, que está muy bien, o quieres ser J.R.R. Tolkien, que está igualmente bien y tal vez sea más memorable? Decidí que quería ser J.R.R. Tolkien. No con el mismo talento, ni la inspiración, ni la imaginación. Pero quería escribir thrillers de espías que trascendieran su fecha de publicación. Es un camino largo y difícil, pero estoy comprometido con hacerlo lo mejor posible.

¿Cuál ha sido tu mayor desafío al escribir esta novela?

Ocurre alrededor de la página 300, cuando estás muy avanzado, pero no puedes ver el final. El mayor desafío es seguir adelante... superar esta fase intermedia, porque en ese punto no puedes ver el final y las dudas te atormentan. Empiezas a pensar que nadie va a querer leerlo, que has desperdiciado dos años de tu vida y que deberías haber escrito un guion de 120 páginas y listo. Seguir siempre es el desafío. 

¿Qué escritores te han inspirado?

La lista es muy larga, pero creo que Tolkien fue un genio de la imaginación y de la narrativa compleja. Es fácil desacreditar El señor de los anillos o El Hobbit. Es bastante fácil desacreditar muchas cosas: estoy seguro de que puedes entrar y ver el Guernica de Picasso y encontrarle defectos. Pero, para mí, es una obra brillante, aunque no es mi favorita.

Anna Karenina, de Tolstói: otra gran historia épica. Creo que es el matrimonio más poderoso de la literatura y del arte, increíblemente adictivo. Me encanta J.D. Salinger, El guardián entre el centeno es maravilloso. Solo escribió un libro; bueno, al menos solo publicó uno, pero cuando escribes un libro así, tal vez no necesites publicar nada más.

Las últimas líneas o el último párrafo de El gran Gatsby, de Scott Fitzgerald. Cuando dice: «Y seguimos remando, como botes en contra de la corriente», eso es la vida, seguro. Hemingway, por supuesto, es brillante. Philip Roth. Me encanta El señor de las moscas, no me extraña que ganara el Premio Nobel. Y Bob Dylan, el mejor poeta de mi generación, otro ganador del Premio Nobel. 

 

El El año de la langosta es una adición imprescindible a su colección.

Artículos relacionados

Entrevistas-25 abril 2024

Entrevistamos a Marian Rojas a propósito de su nuevo libro 'Recupera tu mente, reconquista tu vida'

Entrevistas-16 mayo 2024

Hablamos con Jesús Carrasco, ganador del Premio Biblioteca Breve, acerca de su último trabajo 'Elogio de las manos'

Entrevistas-7 marzo 2024

No te pierdas la entrevista a Raquel Riba Rossy donde nos habla de sus referentes o por qué el amor romántico ha sido el opio de las mujeres

Entrevistas-18 abril 2024

Hoy entrevistamos a Luis Landero para conocer más en profundidad cómo nace su nueva novela, 'La última función' 

Comentarios y valoraciones sobre el artículo: Terry Hayes: «Quería escribir thrillers de espías que trascendieran su publicación»

Actualmente no hay comentarios para este artículo, sé el primero en comentar