Si me preguntan, les diré que me ha encantado! La recomendaría? Por supuesto! Por qué? Pasen y lean: La historia nos lleva a la isla de Ons, un pequeño y remoto rincón de la costa gallega, donde Roberto Lobeira, un escritor en busca de tranquilidad para terminar su nueva novela, acaba encontrándose con todo menos paz. Lo que parecía un retiro creativo se convierte rápidamente en una sucesión de aventuras que no le dejan ni un segundo de respiro. Porque sí, aunque muchos lo catalogan como thriller —y tiene mucho de eso—, yo diría que es una novela de aventuras: un torbellino de sucesos que ocurren a una velocidad vertiginosa y que convierten la estancia del protagonista en la isla en una auténtica lucha por la supervivencia. Y aquí está la clave de por qué esta novela me ha encantado: es pura ficción, con todas las letras. Una historia adictiva, repleta de giros inesperados que te dejan descolocado más de una vez. Justo cuando crees que la trama se va a calmar, ocurre algo que vuelve a cambiar las reglas del juego, y así hasta el final. No hay tiempo para detenerse a respirar; cada capítulo empuja al siguiente, como si fueras a cámara rápida. Manel Loureiro, como en sus otras novelas, demuestra un dominio absoluto del ritmo narrativo. Lo que diferencia a Cuando la tormenta pase es que aquí la tensión no solo proviene del misterio que envuelve a la isla —las rencillas entre las familias Freire y Docampo, las ofrendas sangrientas, las leyendas locales—, sino también de la propia dinámica de los acontecimientos. Es un encadenamiento casi caótico de hechos que, aunque puedan parecer casualidades extremas o irreales para algunos, encajan perfectamente dentro del tono que busca el autor: entretener. Porque esa es la clave. Este libro no pretende ser una crónica realista; es una historia hecha para enganchar, para atraparte entre sus páginas y para hacerte sentir esa angustia creciente junto a Roberto Lobeira. Las descripciones de la isla de Ons —el faro solitario, las casas aisladas, el cielo gris y la tormenta que todo lo envuelve— son tan vívidas que casi puedes oler la sal y escuchar el viento golpeando las ventanas. Te meten de lleno en el ambiente hostil de la isla, como si tú también estuvieras atrapado allí. El protagonista, además, no es el típico héroe decidido. Roberto empieza siendo un hombre que solo busca escribir su libro, pero termina enfrentándose a una serie de situaciones límite que lo obligan a transformarse. Es interesante ver cómo evoluciona, cómo la tranquilidad que buscaba se convierte en una pesadilla y cómo cada nuevo descubrimiento lo empuja más al borde. El final…es mejor no decir nada. Loureiro pide explícitamente que no se desvelen las sorpresas, y tiene razón. Cualquier pista arruinaría la experiencia. Solo diré que, como todo en esta novela, el desenlace también es inesperado. Sinceramente, me da pena leer algunas críticas que tachan la historia de “locura” o acusan al autor de perder el norte. Es ficción, con todas las letras y lo que significan. No está escrita para ser realista, sino para mantenerte pegado a las páginas, para hacerte sentir esa mezcla de adrenalina y tensión, para que empatices con ciertos personajes y detestes a otros. Y conmigo, Manel lo ha conseguido. Cuando la tormenta pase es una novela trepidante, adictiva y cargada de tensión. Si buscas una historia que te envuelva, que te haga sentir dentro de una película llena de suspense, giros imposibles y un ritmo que no te deja descansar, te gustará. Loureiro ha creado una obra que no solo entretiene, sino que te arrastra con la fuerza de esa tormenta que azota la isla de Ons.